La Comisión Europea quiere avanzar en la protección de los derechos laborales y sociales de los trabajadores de las plataformas digitales, por ello, han propuesto una serie de normas orientadas a garantizar los derechos y las prestaciones sociales de estos trabajadores, contribuyendo al crecimiento sostenible de las plataformas como Uber o Glovo.
La Comisión estima que esta regulación garantizará que las personas que trabajan a través de plataformas digitales puedan disfrutar de los derechos laborales y las prestaciones sociales que les corresponden, al tiempo que les ofrecerá protección con respecto al uso de la gestión algorítmica.
Los principales temas que se quieren abordar son los siguientes:
– Determinar correctamente la situación laboral de los trabajadores de plataformas mediante un conjunto de criterios claros, proporcionándoles acceso a los derechos laborales y sociales existentes: salario mínimo, jornada laboral regulada, seguridad social, vacaciones retribuidas, negociación colectiva, prestaciones por desempleo, baja laboral, accidentes laborales, pensiones y jubilación.
– Asegurar un mayor grado de transparencia, derechos y rendición de cuentas al respecto de la gestión algorítmica en las plataformas digitales, ayudando a las personas a comprender mejor cómo se asignan las tareas y se fijan los precios, permitiéndoles así impugnar las decisiones que afecten a sus condiciones de trabajo, si fuera necesario.
– Mejorar la ejecución y la trazabilidad del trabajo en plataformas, incluso en situaciones transfronterizas, pidiendo a las plataformas que declaren su actividad en el país en que se lleva a cabo y que pongan a disposición de las autoridades nacionales determinada información acerca de las personas que trabajan a través de ellas y de sus términos y condiciones.
– Fortalecer la negociación colectiva y el diálogo social. La Directiva propuesta introduce la necesidad de informar y consultar a los trabajadores de plataformas y a sus representantes sobre las decisiones que puedan influir en el uso de los algoritmos.
Las normas propuestas por la Comisión Europea se centran más en las plataformas que en los trabajadores individuales. Cuando una plataforma ejerza cierto grado de control sobre las personas que realizan su trabajo a través de ella, se presumirá que la plataforma es su empleador, lo que significa que las personas que trabajan a través de ella en las mismas condiciones se considerarán «trabajadores».