El ecommerce líquido será personalizado, porque aparecerán precios y productos según nuestras preferencias y según las indicaciones «silenciosas» que dejaremos navegando en Internet. Ya no va a ser suficiente la producción material, aumentar el inventario o publicar cualquier artículo, sino que será fundamental una producción de interés para el cliente, cercana a sus exigencias −para lo cual, las tecnologías ya nos están brindando una ayuda inestimable a través del machine learning y de los análisis predictivos−.
El ecommerce líquido, además de personalizado, será más extendido, porque nos permitirá comprar a través de cualquier dispositivo, ya sea una tablet, un reloj o nuestro frigorífico. Es posible que compremos unos pantalones desde una smart TV o mirando la mercancía y pidiéndola con un comando vocal.
Pero es que, además de personalizado y extendido, el ecommerce líquido será participativo,porque cada consumidor es importante, puede ser un influencer y tiene que poder ver, tocar, probar y formular una opinión. Si antes los estudios y análisis de mercado decidían qué vender, ahora es el cliente quien lo decide con sus preferencias en la navegación. Y será fundamental mantener una relación con los consumidores, establecer fuertes políticas de fidelización y garantizar un servicio post-venta de calidad, completo y eficaz, es decir, centrar el foco en su experiencia de compra, porque esta está íntimamente conectada con la confianza.
Lee el artículo completo en el blog de Adigital: Hacia el ecommerce líquido.