A la luz del contexto actual evaluado que recoge la propuesta de Directiva relativa a los contratos de servicios financieros celebrados a distancia, donde en los últimos años debido a una serie de avances que han propiciado una creciente digitalización de los servicios junto al surgimiento de nuevos modelos de negocio y factores como la COVID-19, que ha supuesto un fuerte impulso en las compras online en general, se ha evidenciado con acierto la necesidad de un marco normativo que dote de mayor seguridad jurídica a los consumidores en el mundo financiero digital, máxime cuando algunos de los servicios financieros ofrecidos no cuentan con regulación específica. Para ello, se simplificará y modernizará el actual marco, mediante la derogación de la Directiva sobre la comercialización a distancia de servicios financieros vigente, incluyendo aspectos relacionados con los derechos de los consumidores en relación con los contratos de servicios financieros celebrados a distancia.
Esta Directiva resultará de aplicación a cualquier servicio financiero actual o futuro relacionado con la banca, crédito, seguros, pensiones individuales, inversiones o pagos que se contraten utilizando una técnica de comunicación a distancia (sin la presencia física simultánea del comerciante y del consumidor).
En síntesis, lo fundamental será promover la prestación de servicios financieros al mismo tiempo que se garantiza un alto nivel de protección de los consumidores, mediante:
- Una armonización plena en todo el mercado único (en todos los Estados miembros de la UE).
- La regulación de la información precontractual.
- Herramientas que faciliten al consumidor ejercitar su derecho de desistimiento (por ejemplo, a través de un botón de desistimiento)
- La equidad en línea (se pretende incluir herramientas para que la capacidad del consumidor no pueda verse alterada garantizando que su elección sea libre y con conocimiento de causa)
- Reforzando las normas sobre ejecución en relación con la prestación de servicios financieros.
