El pasado 7 de octubre se firmó la orden ejecutiva derivada de los compromisos asumidos por EEUU dónde se incluían, entre ellos, la elaboración de un proyecto de decisión de adecuación para la entrada en vigor del nuevo Marco Transatlántico de Privacidad de Datos.
Hablamos de este nuevo marco de protección de datos ya que a mediados del 2020 el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) declaró ilegal la adecuación que existía entonces para una efectiva transferencia de datos europeos a EE.UU, conocida como Privacy Shield.
El TJUE llegó a la conclusión de que dicho acuerdo no podía garantizar que la información personal de los interesados europeos estuviera protegida contra el acceso por parte de los servicios secretos de EE.UU.
Este proyecto de Ley, tiene como principal objetivo restablecer ese mecanismo legal que permita de manera efectiva llevar a cabo transferencias de datos personales de la UE a los EE.UU, creando garantías para que los ciudadanos europeos puedan buscar la reparación de sus datos si creen que han sido accedidos ilegalmente. Con esto se pretende, además de introducir nuevos derechos, generar mayor seguridad jurídica para las empresas que trasladan datos a EE.UU y viceversa.
En concreto, el Marco Transatlántico de Privacidad de Datos incluye un mayor compromiso por parte del gobierno de los EE.UU, de manera que los posibles demandantes europeos puedan presentar reclamaciones contra el uso de sus datos ante un Tribunal de Revisión de Protección de Datos de pleno derecho, que esté compuesto por funcionarios independientes facultados para emitir recursos vinculantes. Además, las agencias de inteligencia de los EE. UU. deberán cumplir con un marco más estricto al recopilar datos, en particular, al demostrar que la recopilación de datos tenga como objetivo abordar asuntos específicos de seguridad nacional.
Se prevé que este nuevo pacto de datos UE-EE. UU pueda estar operativo para el próximo año 2023.